La planificación de un nodo, ya sea proyecto, subproyecto o subproyecto instrumental refleja el modo en el que la entidad ejecutora del mismo hace uso del crédito que tiene asignado para la contribución a un determinado Hito y Objetivo. El proceso de elaboración de la planificación anual de un nodo se inicia con la creación de la lista de actuaciones para esa anualidad. La definición de cada una de estas actuaciones implica la incorporación de sus características más relevantes, como son la clase de actuación de que se trata, la delimitación temporal, los recursos económicos, la submedida aplicable en caso de que el nodo tenga asignado más de una; así como uno o varios Hitos y Objetivos asignados al nodo. Consignará un Hito y Objetivo crítico, no crítico o auxiliar de definición, si contribuye directamente al indicador asociado al mismo; si por el contrario, se trata de una actuación necesaria para su consecución pero no contribuye de manera directa a ello, deberá consignar un hito auxiliar de planificación. Cada actuación sólo puede agrupar los instrumentos jurídicos de una misma tipología (contrato, encargo, subvención, encomienda…), que deberán contribuir a los mismos Hitos y Objetivos; sólo puede tener asociada una submedida y no puede tener a la vez beneficiarios privados y públicos. En este último caso, se produce una transferencia de recursos económicos a otro subproyecto del plan y la consiguiente apertura de nodos.
Se recuerda la importancia de agrupar los instrumentos jurídicos del mismo tipo en una actuación, teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, con el fin de facilitar el seguimiento de los fondos y poder determinar su destino último.
Una vez que las actuaciones hayan quedado definidas, la planificación anual se enviará a un ciclo de validación y revisión, similar al que se sigue en el proceso de definición de nodos.