Existen dos tipos de carteles en función de la permanencia:
a. Carteles temporales:
La opción de carteles temporales, vallas o lonas se recomienda principalmente en operaciones que consistan en la compra de un objeto físico, la financiación de una infraestructura o trabajos de construcción/rehabilitación.
En este caso, durante el periodo de ejecución de toda la operación, el beneficiario deberá colocar un cartel temporal de tamaño significativo en el mismo enclave de las actuaciones y en un lugar bien visible para el público, con el contenido y características que se indican en el punto anterior. Por ejemplo, durante la ejecución de unas obras.
No hay tamaño mínimo, pero se recomienda que sea un tamaño razonable y proporcionado.
b. Carteles permanentes:
Una vez finalizada la obra se colocará un cartel permanente (formato placa o similar), también con el contenido y características mencionados.
En cuanto al periodo de tiempo, debe estar instalada en un plazo de tres meses a partir de la conclusión de la operación y permanecer durante el período de tiempo en que el objeto físico, la infraestructura o la construcción pertinentes existan físicamente y se utilicen para el fin para el que se financiaron.